Parque y castañas asadas.

Hoy pasamos un día muy lindo, muy dominguero, como nos gusta a nosotros.
El cambio de horario no nos afectó para nada, al contrario, a mi me benefició porque me quedé una horita mas en la cama y ¡como se agradece! que el acostarse a las 2 a.m para levantarse a las 7:30 a.m con por lo menos una interrupción a las 6 a.m para dar tetita al principe, termina cansando y haciendo mella en una que no es de hierro.

El día se presentó cocinando tempranito, la idea original era llevar la comida para comer en el parque, tipo picnic, pero lo suspendí porque para cuando terminé de cocinar ya estaban todos sentados a la mesa afilando los dientes!. Terminamos de comer, fruta, lavado de dientes, recoger lo mas gordo de la cocina, abrigos, bolso, cochecito, moto y...¿qué mas? ¿que se me olvida?... aaahhh! ¡la cámara!¡no sin mi cámara!

El camino al parque (exagerando 800 mts) fue precioso, con el solcito de frente que calentaba que daba mucho gusto porque en sí el día estuvo frio. Llegamos, compramos dos bolsas de gusanitos, una para los patos y otra para mis "patitas".
Como siempre Carla encantada con los patos, gaviotas y palomas, para ella son todos "cocó". Rocio y Agus correteando, pisando las hojas secas, según Agus "crocantes" y Marcos con la nariz roja y casi sin poder abrir los ojitos por el sol jeje.

Por ultimo fuimos a la parte de juegos del parque, ahi nos repartimos a las niñas porque no se les puede quitar ojo de encima entre tantos niños. Yo detras de Carla y Rocio que pocas veces coincidían en querer jugar en el mismo sitio. Lucho con Marcos en el cochecito y Agus, que lo mismo un segundo está en los columpios como al otro está en el tobogan...o mi lado!

Cuando el fresquito empezó a sentirse como frío, di el llamado: "2 minutos mas y nos vamos".

Cara a cara jeje.

¡Así crujian!

¿Para los patos o para ellas?

En el aire se sentia un aroma que sin dudas advierte otoño, entonces Agus dice: ¡Maaaa castañas! ¿podemos comprar? y así fué el regreso, con las manos y puños de la ropa tiznados llegamos a casa. Yo no soy muy castañera, mas bien nada, pero me gusta cuando llega está estación y el olor que se desprende de las casetas de castañas asadas, es tan otoñal... Mi estación preferida. 

 

Estaban muy calientes!

Encandilado por el sol.